¿Qué ES el amor?... Esa simple pregunta que ha obsesionado a filósofos, biólogos y demás representantas de las ciencias. A mi, también me inquieta la pregunta.
Esa sensación de sentir que eres parte de otro, respirar su aire sin invadir su espacio, terminar las palabras antes de que ella las termine, saber que piensa realmente, entender sin palabras cuando quiere algo de mi… ¿Eso es amor? No se. Las cosas que me pasan cada día hacen que me redescubra como un ser diferente cada instante.
Tengo una relación de pareja, ella es una mujer inteligente, muy echada pa´ delante, me gusta, es muy buena amante, es decir nos entendemos de maravilla en la cama. En este punto me pregunté algún tiempo si sería más que amor, un “encoñe”, pero no. Cuando me hace falta, me hace falta en el corazón, allí se siente el vacío.
Sin embargo me sucede algo particular, como todos los seres humanos, tengo mis defecticos, mis vicios… Me encanta ser el centro del universo en muchos casos (Lo siento soy Leo – Para su información cumplo el 15 de agosto) Uno de esos casos es en todo lo relacionado con mi pareja, y la verdad no es que sea egoísta, porque si pido eso, hago que el otro se sienta igual, es decir, el centro de mi universo. Soy capaz de reinventarme el tiempo para estar con ella, de pasar una noche en vela estudiando para dedicarle 2 horas a sus besos y sus palabras.
Por eso pido los mismo, mi corazón y mi mente reclaman eso… Sin embargo, el amor es más que amor, es tolerancia, respeto, reciprocidad, capacidad para negociar y en algunos casos (así nos duela) hasta de ceder. Es difícil para mi, que estuve casado 9 años de mi vida, en una relación que me absorbía de manera malsana, encontrar que puedo ser yo el absorbente. Y es que me preocupa como amaneció, si almorzó, como pasó la tarde, a que horas va de dejar de trabajar… Todas esas cosas que a mi se me hacen normales… Pero ella no lo ve así, es capaz de sobrevivir el día entero sin una sola llamada, sin siquiera inmutarse por lo que pasa en mi mundo… Así, solo en la noche recurre al celular y me llama…
Yo respiro profundo, me alegra infinitamente que me llame, pero en el fondo queda ese sabor amargo que me hace preguntarme: Manuel, ¿en que puesto estas tu para ella?, es complicado, porque mi razón y mi corazón saben que me ama, tienen esa absoluta certeza, pero la verdad no es fácil.
No es que yo me la pase mirando para el techo, mi trabajo es demandante, atiendo publico y otras tantas responsabilidades de tipo administrativo, pero programo mi tiempo, se que si saco 3 minutos para llamarla, mi mundo laboral no se va a ir al traste…
La verdad no se que me pasa, escribo más que para recibir una respuesta, como una manera de hacer catarsis de este desasosiego que me abruma, porque como decía antes, amar es más que amor…
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