6 de diciembre de 2010

Damnificados desde siempre

Estoy viendo como en Colombia el invierno cobra su cuota, sin distingos de clases sociales, sin embargo, al observar con detenimiento las escenas, lo que más resalta es que son los barrios más pobres dónde las desgracias parecen haberse ensañado... Bueno, dirán algunos, "mi Dios lo quiso así"


Pero esa es la lógica del mundo al revés, veo como los más pobres sufren con mayor rigor las inclemencias del clima, las desgracias de la pobreza, una cosa es perder un cultivo, o que se inunde una bodega… Otra es que se nos valla la vida, los recuerdos, las pocas cosas físicas que soportan la existencia, y hasta la existencia misma.


Y ver la solidaridad de la gente de a píe… los humildes, esos que saben lo que es perder, que saben de carencias y angustias, de hambre y frio, ellos son los que sacan la cara, no porque lo que hacen las instituciones del estado no se aprecie, pero es que ese es su deber, están cumpliendo con sus objetivos.


Pero este post no pretende solo ser un lamento solidario más.


Podemos ver como las familias que han construido en las zonas de más alto riesgo son las afectadas, pero nadie se ha sentado a preguntarse ¿Por qué estas personas, pobres, desplazadas, supervivientes, soñadores… construyen en zonas de alto riesgo?


Pues bien, además de que son pobres y que hace años estar bancarizado era un privilegio, años en los que precisamente iniciaron la construcción de "un ranchito" para meter la cabeza, porque aunque no tener casa no es riqueza, no tenerla es una pobreza muy terrible, y así, llego a lo que me llama la atención.


El problema de la tenencia de la tierra y de la vivienda en Colombia. Tener casa en este país es un privilegio, y su un pobre quiere tener casa se debe atener a estas pocas opciones


1. Construir en un terrenito, que puede estar o no en zona de riesgo


2. Comprar una casa de interés social, que no es casa si no, solución de vivienda, es decir una cosa indigna


3. Invadir un terreno y esperar que el estado no los desaloje


4. O pagar arriendo en donde mi Dios bien los ayude, que casualmente, puede ser en una zona de alto riesgo


Pero, ¿por qué nadie se preocupa por los pobres si no hasta que son noticia? Por la desgracia, y así, se les llama damnificados, pero lo curioso es que eran damnificados desde el principio, el estado ya sabía que esto podía pasar, y se escuchan las voces de los representantes del gobierno, diciendo que es la "crónica de una tragedia anunciada".


Deben entonces seguir viviendo bajo la línea de la miseria, en albergues, en arriendo… Una historia interminable.

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